Día 1: El-Shaddai (Dios Todopoderoso)
Génesis 17:1-2, Génesis 18:10-15
Abraham y Sara se encontraban en una imposibilidad. Ambos tenían más de 90 años y no habían podido tener hijos. A pesar de que la promesa de Dios para su vida era ser el padre de toda una nación, esa promesa a sus 99 años todavía no se había cumplido.
Su realidad era que ya había pasado demasiado tiempo y tal vez ya no era el mejor momento ni temporada de sus vidas para tener un hijo.
En todas las veces anteriores Dios le recuerda a Abraham su promesa y también le recuerda que nunca lo abandonaría. Le hizo saber siempre que Él estaría a su lado, pero en esa ocasión en particular, en el capítulo 18, Dios le recuerda a él quién es. El-Shaddai. El Todopoderoso. Aquel que obra en medio de lo imposible. Ése es su nombre. Aquel que todo lo puede, todo lo restaura, lo crea y lo resucita.
En nuestra vida nos encontraremos con situaciones mucho más grandes que nosotros. Situaciones o circunstancias que se ven imposibles, o con promesas de Dios que aún no se cumplen, pero, al leer la historia de Abraham y su familia me hace ver que sus promesas no tienen fecha de caducidad, pero también me recuerdan que no siempre se cumplen bajo nuestro tiempo o nuestros propios términos.
Se honesta hoy: ¿Hay alguna promesa con la cual te has rendido? o ¿Has dejado que tus propias expectativas limiten lo que Dios quiere darte? ¿Hay alguna promesa de Dios en tu vida por la cual has dejado que entre amargura o cinismo en tu corazón?
Dios nos recuerda quién es Él y nosotros le decimos a nuestras circunstancias quién es nuestro Dios. El es el Todopoderoso. Tus circunstancias tienen fecha de caducidad. Sus promesas No.

Photo by Valeriia Miller from Pexels.